6/7/09

Democracia Otra Vez

Hoy empieza la cuenta regresiva para que Enrique Peña Nieto y el PRI recuperen el control político casi total del país. En tres años el PRI ha recuperado casi todo lo que había perdido en los últimos veinte y lo ha hecho fundamentalmente echando mano del colmillo más retorcido del dinosaurio más viejo y grande que ha habitado México desde que aquel metiorito cayera en Yucatán. Es decir, el PRI se ha enfocado a aceitar la maquinaria electoral que tiene en todo el país, ha ido ganando gubernaturas y con la operación política de esos gobernadores ha ido consolidando una fuerza política similar al de una bola de nieve.
Si se observan los resultados electorales (con excepción de Sonora que es un caso atípico) se puede observar como el PRI aplasta en los estados que gobierna, distritos con más del 60% de la votación hacen recordar los más gloriosos tiempos del partido hegmónico que un día fue y que está por volver a ser. Sumado a esta capacidad de operación de gobernadores y presidentes municipales, está la organización nacional del propio partido, que agrupa a diversas organizaciones con capacidad de movilización de miles de personas en todo el país.
Pero esto lo ha tenido el PRI hoy y siempre, la diferencia a últimas fechas (en particular a partir de 1988) era que los partidos políticos opositores representaban algo, el PAN representaba a empresarios y clases medias sobre todo de grandes centros urbanos, el PRD un extraño conglomerado de corrientes de izquierda al que apoyaban sectores de identificados con la izquierda así como clases bajas urbanas y rurales. Después estaban otros partidos que representaban opciones distintas aún siendo satélites del PRI u otros que eran realmente alternativas al sistema priista que permeaba a todos los partidos, como Democracia Social, México Posible, Fuerza Ciudadana y Alternativa Socialdemócrata.
Todo este espectro de partidos opositores al PRI lograban irle ganando espacios poco a poco, al grado de arrebatarle la presidencia de la República en el año 2000. Fue entonces cuando el desgaste de estos partidos que se convirtieron en gobernantes y las promesas incumplidas comenzaron a hacer que PAN y PRD no representaran una gran diferencia con el PRI, al tiempo que los partidos pequeños se mantenían bajo la sombra de un partido grande o se perdían en la marginalidad a los que el sistema político que no cambió los relegaba.
Ayer quedó claro todo esto, los partidos políticos diferentes al PRI ya no representan dicha diferencia, lo demuestra el 7% de votos nulos y el gran triunfo del PRI. Se nos está agotando nuestra incipiente democracia, se nos agota por la poca calidad de la oferta política y por los pocos resultados que los gobiernos de oposición al PRI han tenido. El PRI simplemente se dedica a recolectar de manera eficaz (aunque sea de manera clientelar o por acarreo) los votos que los partidos de oposición van dejando en el camino.
Estamos a tres años de uno de los retrocesos democráticos que se habrán dado en la historia de América Latina y del mundo. Urge un movimiento democratizador que trabaje en dos vías, promovimiento la apertura de espacios ciudadanos en la toma de decisiones políticas y abriendo el sistema de partidos para incentivar la creación de más pero de mejores partidos, con rendición de cuentas, transparencia y democracia interna.
Sin un movimiento democratizador desde los partidos políticos opositores al PRI y sobre todo desde la sociedad civil organizada, el retorno al PRIATO será inminente y nos enfrentaremos indemnes al dinosaurio más grande, longevo, voraz y despiadado que haya habitado la faz de la tierra.

No hay comentarios.: