Los argentinos y los cubanos son nuestros hermanos, tenemos una historia compartida, una visión del mundo compartida a pesar de todo,amamos sus canciones y ellos aman las nuestras, amamos sus ciudades y unos aman las nuestras los otros anhelan conocerlas.Los argentinos y los cubanos no tienen la culpa de los errores de sus gobiernos,efectivamente Raúl y Cristina Fernández se equivocan al tomar medidas exageradas ante la contingencia.
La historia de los chinos es diferente, su reacción es obvia, es la típica reacción de un gobierno autoritario como es el de Hu Jin Tao y todos sus antecesores recientes.
A mi tampoco me gustan las medidas de estos países, son un exceso y van contra las medidas establecidas por la OMS, sin embargo no las considero xenófobas ni discriminatorias, las medidas nada tienen que ver con el color de piel o con la nacionalidad de los mexicanos, tienen que ver con miedo a un virus no a un grupo de personas.
Tampoco me gusta la reacción del gobierno mexicano, salir en cadena nacional para exigir el fin de medidas discriminatorias con un tono de bravucón del barrio, es la vieja estrategia patriotera de envolverse en la bandera, la estrategia que siempre da puntos de popularidad. Esto es sacar ventaja de la situación, este tipo de "peticiones" a gobiernos extranjeros deberían de mantenerse en el nivel diplomático, tejiendo fino, pero no, hay que aprovechar el momento para ser "Él Presidente de los Estados Unidos Mexicanos".
Hay muchos casos, pero hace no mucho tiempo en España comenzó a ponerse de moda que algunos xenófobos (ahí sí) imbéciles golpearan latinoamericanos, entre ellos varios mexicanos. Seguramente el gobierno mexicano envió notas diplomáticas al español, sin embargo, nadie salió a envolverse en la bandera a condenar estos terribles hechos.
O sea, resumiendo, espero que los gobiernos latinoamericanos tengan memoria, recuerden las mil y un veces en que los mexicanos hemos sido solidarios con ellos y comiencen a ser solidarios, del gobierno chino no espero nada es un gobierno autoritario, y del gobierno mexicano espero que deje de usar el asunto para ganarse los puntos más patrioteros de la historia reciente.
Mientras esto sucede, espero que el rechazo hacia cubanos y argentinos, y en general hacia cualquier persona por parte de la sociedad mexicana termine. Nuestra xenofobia es tan absurda y descerebrada como la de los gobiernos arriba mencionados.
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