Llevo algunos años hablando de al necesidad de una integración política y económica de América Latina. Muchos me dicen que es imposible que en realidad somos muy diferentes, otros que las élites políticas latinoamericanas jamás cederán un ápice de soberanía, unos más dicen que no debemos de copiar modelos extranjeros (la Unión Europea), los nacionalistas dicen que no nos conviene, que nuestra economía está amarrada a Estados Unidos y que así tiene que ser porque "pus es mejor".
Todos aciertan y se equivocan, nuestros países si tienen rasgos distintos pero nuestras diferencias no son sustanciales y cualquier que haya trascendido a los chistes, los estereotipos y los clichés será conciente de que los latinoamericanos tenemos una concepción del mundo más o menos similar, mucho más coincidente que con cualquier otra cultura. Que las pelites políticas no cederán un ápice de soberanía, púes sí, la región tiene muchos políticos provincianos pero eso podría curárseles viajando, además de que la cesión de soberanía no sería en manos de un sujeto sino de instituciones democráticas. Que no hay que copiar modelos extranjeros pues sí, no hay que hacerlos, la integración no podría darse como resultado de una calca del modelo europeo, pero la Unión Europea es un buen referente de como países mucho más distintos y distantes pueden soslayar su pasad y avanzar al futuro. Finalmente dicen que nos conviene estar con Estados Unidos, y ese es el verdadero tema que quiero recuperar.
Después de la firma del TLCAN parecía que México se había colocado en la cima de los países desarrollados, de verdad creíamos que estaríamos en el primer mundo, meses después.. chán chán, una de las peores crisis económicas que hemos vivido.
Lo cierto es que el TLCAN trajo diversificación de productos beneficiando al consumidor, pero también terminó con sectores importantes de la economía local, acabando de un plumazo con la promesa de la creación de empleos y el desarrollo local.
Lo cierto es que parece no haber sido tan conveniente nuestro amarre a la economía de Estados Unidos. Hoy la situación es mucho peor, nuestra economía tan dependiente del norte está provocando que la crisis norteamericana nos afecte de manera particularmente violenta.
Mientras todo esto pasaba en nuestro sueño norteamericano, América Latina estaba creciendo, sin mencionar a Venezuela por ser un caso especial, Brasil, Chile y Guatemala han crecido desde 2000 hasta 2006 más que México.
México en este periodo creció 2.8%, Brasil 3.5%, Guatemala 4% y Chile 5.1, con estas cifras no queda muy claro la conveniencia de estar amarrados a Estados Unidos y dejar de voltear al sur. Al final de este año, cuando la economía crezca 0.2% o incluso decrezca quizá sea ya tiempo de pensar en por lo menos diversificar nuestras relaciones económicas.
27/1/09
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