21/3/09

Noche Thai

Aunque suene muy Carrie Bradshow, me gusta vivir en esta ciudad porque siempre tiene sorpresas. Al despertar uno tiene una idea más o menos clara de como iniciará su día y de las actividades impostergables (que después resultan no serlo tanto), pero uno nunca sabe como terminará.

Ayer fue uno de esos días en que me desperté pensando que no tenía dinero, que ya había estado tomando mucho y que probablemente mejor no haría nada para que mi hígado y mi bolsillo se recuperaran. Pero no, la gracia de esta ciudad me llevó a un evento en un restaurante thailandés, con comida gratis y con diplomáticos y demás personalidades.

Esta ciudad tiene esa y mil posibilidades más, puedes terminar en una mezcalería, en un cine, tomando en una banqueta o codeándote con la crema y nada de paises en los que jamás habías pensado en tener cercanía.

Yo soy un gran afortunado, sin apellido de abolengo, sin riquezas, incluso sin carisma, he logrado "codearme" con mucha gente que jamás imaginé.

Alguna vez fuí a una cena en San Ildefonso con la elite latinoamericana, desde Mario Vargas Llosa hasta Ricardo Lagos y también Miguel Inzulza y un montón de políticos e intelectuales locales. Creo que esa ha sido la cima, comimos delicioso, la langosta más fina para la gente más "fina" de América Latina.

También he estado desayunando con presidentes municipales del Edomex o comiendo con diputados y el secretario de gobierno del Edomex, pero eso no estuvo tan glamouroso y la comida no fue tan buena.

En otros ámbitos también me he colado en una conferencia de prensa de Fito Páez y por estar acreditado como prensa me dieron boletos para dos conciertos de él. En fin, a veces la suerte le sonrie a uno, pero tiene que estar en el lugar y el sitio correcto, así procuro estar yo.

Total que ayer me la pasé re bien, entre vino tinto, una sopa de nombre impronunciable y el arroz pegajoso con mango y leche de coco. Gracias Gis por invitarme y gracias a la Embajada de Thailandia en México por alimentarme.

No hay comentarios.: